lunes, 21 de junio de 2010

Cuba: ¿derecho a ser elegido?

¿Qué dice la Constitución de la República de Cuba sobre el derecho a ser elegido?

El artículo # 133 de la Constitución de la República de Cuba, vigente desde el 24 de febrero de 1976, establece el derecho de los ciudadanos cubanos a ser elegidos.

¿Se garantiza o se viola?

Sin embargo, tal derecho, como tantos otros, es pisoteado, violado, por cuanto no se garantiza el poder ejercerlo en la práctica, por cada ciudadano, sino por una minúscula minoría.

Si bien la Constitución expresa el derecho a ser elegido, no explicita el derecho de todo ciudadano a ser postulado, el cual debiera garantizar la ley, pero no es así.

En Cuba, a sólo un muy reducido grupito de personas, se les da en la realidad tal derecho a postularse y, por tanto, a ser electo. Casi siempre son los mismos e implica a su vez el "derecho" (inconstitucional) a ser integrante de la clase dominante, explotadora: la burocracia estatal/ partidista.

Dicho grupito con el "derecho" a ser postulados para ser electos, es muy inferior al uno porciento de los ciudadanos con derecho al sufragio, en el caso de los más altos cargos (para diputados), por los que el pueblo puede votar "libre", directa y secretamente, cuando se convoca tal farsa electoral.

Y como se sabe, para el supremo cargo, el pueblo no puede ni votar. Para ganar tal derecho, habría que reformar o derogar la actual Constitución.

¿Es constitucional o no que en Cuba haya una clase explotadora?

Sus artículos # 9 y 14 obligan al Estado, a la supresión de la explotación del hombre por el hombre. Por tanto, la existencia de una burocracia como clase dominante y explotadora, constituye una violación de nuestra Constitución.

A su vez, la violación expuesta del artículo # 133, le garantiza a la clase explotadora perpetuarse en el poder.

Gracias a la dedocracia, la alta burocracia se autopostula como diputados (parlamentarios), resultando así siempre "electos" (y una parte reelectos indefinidamente). Tienen asegurado, en cada farsa electoral, copar todos los altos puestos sin excepción. A su vez estos designan al resto de los dirigentes, funcionarios, etc. del aparato estatal a todos los niveles.

En Cuba, la burocracia estatal/partidista no sólo es una clase social, sino que tiene un carácter opresor, represivo, usurpador, explotador, dominante.

Se ha adueñado ilegítimamente del poder que le corresponde por derecho constitucional a todo el pueblo y no a una pequeña minoría de dirigentes, funcionarios o sus ayudantes y familiares, que se sitúan y mantienen a sí mismos con sus servidores en el poder, apropiándose de la llamada propiedad "estatal socialista", la cual es en realidad la propiedad conjunta e inconstitucional de la burocracia estatal/partidista.

Esta élite no es socialista y tampoco burquesa, aunque sí aburguesada y mejor preparada que el resto de la población, para convertirse en capitalistas en caso de cambios en tal sentido, con propiedades, ingresos acumulados y lazos matrimoniales en el exterior.

Se convirtió en una clase por cuanto su membresía no retorna (al culminar cada mandato de unos cinco años) a su lugar de origen como obreros, campesinos o empleados, sino que permanecen eternamente en el poder en los mismos cargos o en otros (se les llama popularmente "hombres corchos", pues no se caen de arriba, no se hunden).

Ya el origen de su descendencia no es ni campesino, ni obrero, ni humilde, sino que en más de medio siglo de existencia como clase, sus hijos, nietos y hasta los biznietos nacieron y crecieron como miembros de la élite de familas burocrátricas.

¿La Constitución establece el derecho del pueblo cubano a derrocar a la burocracia explotadora?

Y como prevé su artículo tercero, "todos los ciudadanos cubanos" tenemos "el derecho de combatir por todos los medios, incluyendo la lucha armada, cuando no fuera posible otro recurso" (y hasta hoy no lo ha sido), contra la burocracia explotadora, por cuanto, dicha clase dominante y opresora, incluida su más alta cúpula, de facto ha logrado "derribar el orden político y social establecido por esta Constitución", pues en Cuba no se creó una sociedad socialista, ni el poder es realmente del pueblo, sino que se generó un régimen explotador burocrático y la burocracia estatal/partidista usurpó al pueblo el poder.

La Revolución del 59 también "se fue a bolina" con la peculiaridad de que los líderes fueron perdiendo su caráter revolucionario, para convertirse en los verdaderos y mayores contrarrevolucionarios, opuestos ya en las últimas décadas a todo cambio (revolución significa grandes y fundamentales transformaciones; no trabas de todo tipo, prohibiciones múltiples e inmovilismo social), frenando todo progreso, inventando los más diversas justificaciones ante los fracasos, culpando de la incapacidad propia a cuantos enemigos haya que fabricar y dándole al país, en efecto, un rumbo no capitalista, pero tampoco socialista, sino burocrático, régimen social superexplotador, del cual ni se habla, ni se discute, ni se investiga, ni se pretende modificarlo, ni suprimirlo, para de veras avanzar al socialismo, sino que constituye una etapa de tránsito, pero no al socialismo, sino de retorno al capitalismo, mediante el aburguesamiento de la burocracia como clase dominante y explotadora. Ya ocurrió en todos los países exsocialistas y la burocracia cubana se prepara para el cambio, a espaldas del pueblo sojuzgado, oprimido, explotado, empobrecido y engañado.

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