miércoles, 17 de septiembre de 2008

Expertos en brindar ayuda que no están dispuestos a dar

Desde el Lejano Oriente, sin mucha cobertura noticiosa, un pequeño país llamado Timor Oriental, de manera inmediata hizo llegar, sin condición alguna, una ayuda de quinientos mil dólares a Cuba, con motivo de los daños causados por el huracán Gustav en Pinar del Río e Isla de la Juventud.

A sólo noventa millas la superpotencia del planeta ofreció una cantidad cinco veces menor, de la cual el pueblo cubano aún no ha recibido absolutamente nada. ¡Qué vergüenza!

Mientras otros más, como los también países capitalistas España y Rusia, enviaron rápidamente su ayuda sin condición alguna, en Miami y Washington sigue habiendo mucho ruido y pocas nueces.

Una vez más se nos intenta hacer creer que la mentira es verdad.

Las televisoras no dejan de poner a los falsos lidercillos que con su acostumbrado cinismo repiten una y otra vez sus descarados y reiterativos cuentos de que desean lo mejor para el pueblo cubano, que están dispuestos a ser quienes más nos ayudan, pero que es el Gobierno castrista quien no los deja ser todo lo bueno que estos sinvergüenzas se autorretratan.

¡Qué poderosa es esa dictadura! ¡Le ata las manos hasta a presidentes, senadores y representantes de USA! Y claro está, a otros personajillos “dirigentes” de no sé cuántas sociedades patrióticas y luchadoras por la libertad, al punto de impedirles por completo enviar ni un dólar, a esos cubanos damnificados que la tele pone constantemente durmiendo a la interperie, con sus casas completamente destruidas, sus pocos bienes perdidos, siembras arrasadas, provisiones perdidas...

¡Cuán humana es esta gente!

¿Quién se atreve a dudar que de veras desean cambios en Cuba y acabar con el régimen?

Están dispuestos a ver morir de hambre y epidemias a todos los habitantes de la Isla, con la mayor disposición del mundo a ayudarlos, sin ayudarlos de veras, esgrimiendo cuanta justificación les sirva de pretexto para lograr su verdadero propósito: engañar.

Parece que para esta gente la única manera de la cual el pueblo cubano merece librarse de la dictadura es muriéndose. Así la Isla queda deshabitada y pueden ir a apoderarse de ella otra vez.

Pero afortunadamente, los cambios llegan quieran o no y cada vez serán mayores. Ya se oyeron esta vez, aunque todavía tímidas, voces bien altas que plantearon algo distinto: una moratoria de tres meses para que cada cubano americano pueda hacerle llegar a los de allá, cantidades ilimitadas de dinero y hasta viajar para dar cualquier otro tipo de ayuda.

Por el contrario, los falsos líderes se apuraron en recalcar que no era necesario cambio alguno. Fíjese bien, esa gente repite una y otra vez que no quiere cambio alguno.

¿Y Usted todavía cree en ellos? ¿Hasta cuándo va a estar Usted dispuesto a seguir dejándose manipular por estos engañabobos?

¡Despierte! Y ayude también a los demás a despertar. Necesitamos nuevos y verdaderos líderes que nos ayuden a lograr los cambios dentro y fuera de Cuba, que de verdad necesitamos y anhelamos los cubanos.

lunes, 15 de septiembre de 2008

¿Estamos de verdad los cubanos dispuestos a cambiar?

Una cosa es desear cambios y otra cosa es estar realmente dispuestos a efectuar esos cambios.

Probablemente has respondido a nuestra encuesta afirmativamente, que deseas cambios en Cuba y que quieres que tales cambios sean para mejorar.

Pero a veces, aunque deseamos algo, no hacemos lo requerido para lograrlo.

Si te fijas, muchas de las personas que expresan algún deseo de que hayan cambios en Cuba, paradójicamente no están dispuestos a cambiar ellos mismos.

Podemos poner muchos ejemplos, mas quizás por ahora con dos sea suficiente:

Primer ejemplo: La gran mayoría de los cubanos estamos hartos de pasar trabajo, de vivir en la pobreza, de constatar día a día que la situación económica del país y de cada familia no avanza, sino que empeora más y más.

Cuba en este último medio siglo ha ido descendiendo notablemente en cuanto al lugar que ocupa su economía en el listado mundial y continental de países en los principales índices de desarrollo económico, como lo es el producto interno bruto percápita.

Sin embargo, a pesar del desastroso desempeño económico del Gobierno y régimen a cargo del país en estas cinco décadas, todavía hay cubanos que no se percatan que es necesario cambiar de Gobierno, darle la oportunidad a otro Gobierno de conducir el país, pues el actual, se ha perpetuado en el poder a pesar de su indudable incapacidad de guiar a nuestra Patria por el camino del éxito económico.

No es cuestión de ideología ni de estar a favor o en contra de algo, ni de puntos de vista u opiniones. Es simplemente un hecho incuestionable que no han logrado convertir a Cuba en una nación desarrollada, sino por el contrario en un país cada vez más pobre. Muchas promesas y proyectos con pésimos resultados e incumplimientos al por mayor. Montañas de justificaciones. Detallados al máximo los impedimentos provenientes del exterior y ocultados también al máximo los errores e incapacidad gubernamental.

Es hora de decirle por fin ¡Basta! a las promesas sin resultados, a los supersabios que no dan pie con bola en materia económica.

¿Estás entre quienes todavía no se convencen de que para lograr el desarrollo económico de Cuba se necesita otro Gobierno?

Segundo ejemplo: Una decreciente y decadente parte del exilio cubano, aunque no quiere el más mínimo cambio en la política de USA hacia Cuba, pregona a los cuatro vientos su deseo de que haya un nuevo Gobierno en Cuba y de lograr desarrollar el país, etc. Sólo quieren cambios allá, pero no acá. Nada más parecido al lenguaje castrista, pero a la inversa.

Hay hasta quienes padecen de una extraña ceguera selectiva a conveniencia y dicen no ver cambio alguno en Cuba desde que está Raúl Castro al mando. Quizás no sepan o no quieran expresase con mayor precisión, pues lo que no ven, claro está, son los únicos cambios que realmente ellos desean, que son cambios ante todo políticos, que lleven a la restauración de un pasado, al cual la inmensa mayoría del pueblo cubano no desea regresar, pues sencillamente no se trata de retroceder sino de avanzar.

Es hora de desenmascarar sobre todo a esos falsos líderes, que en este medio siglo se han aferrado a medidas como el embargo y otras tantas, con el pretexto de acabar con el castrismo, pero logrando en realidad perpetuarlo, resultando a la larga sus mejores aliados en el exterior.

Basta de apoyarlos. Aunque sigan pregonando que desean cambios en Cuba, realmente lo que desean es que todo siga igual. Se acostumbraron a vivir del cuento, a beneficiarse de la existencia de una Cuba pobre y con un montón de males crecientes. No les conviene una Cuba mejor. Son como el castrismo, muy buenos para lograr lo contrario a lo que dicen proponerse.

¿Estás entre quienes piden que los demás cambien, pero no deseas también cambiar tú?

¿Eres de los que apoyan a las copias castristas del exilio disfrazadas de líderes anticastristas?

viernes, 12 de septiembre de 2008

A los cubanos nos une el deseo del cambio

Los cubanos estamos muy divididos.

Muchas personas no se explican cómo un régimen que ha llevado a nuestro país al desastre económico, sumergiendo cada vez más en la pobreza a casi todos sus habitantes, se haya podido mantener durante medio siglo en el poder, sin que el pueblo lo haya derrocado.

Quizás la respuesta principal esté precisamente en la profunda división entre los cubanos.

Ha resultado muy difícil hasta hoy ponernos de acuerdo.

Hasta en los comentarios a los blogs y webs se aprecia lo divididos que estamos.

Pero ¿es que somos incapaces de unirnos?

Si nos lo proponemos, claro que podemos.

Para ello tenemos que dar algunos pasos.

Primero percatarnos que sí hay algunas cosas en las que coincidimos. Por ejemplo, deseamos que en Cuba haya algún cambio. Aunque diferimos en cuanto a qué cambios, lo principal es que casi todos los cubanos deseamos algún cambio y ello puede constituir un punto de partida para lograr unirnos fuertemente.

Un segundo ejemplo relacionado con el anterior: nos une el deseo de cambiar a Cuba para mejorar. O sea, deseamos para Cuba algo mejor a lo actual. A pesar a nuestras diferencias en cuanto a qué es lo mejor para Cuba, sí coincidimos en que es necesario mejorar la situación actual.

Así, al menos tenemos dos puntos en que coincidimos si no todos, al menos casi todos los cubanos:

- Que Cuba cambie

- Que no sea un cambio para empeorar, sino para mejorar.

Y hasta los no cubanos interesados en la situación cubana, mayoritariamente coinciden con nosotros en ambos puntos.

Esto significa que sí podemos lograr un gran consenso, lo cual equivale a dar el primer paso importante para que de verdad se produzcan cambios en Cuba que lleven a una situación de nuestro país, mejor a la actual.

¿Estás entre quienes desean que Cuba cambie?

¿Eres de los que quieres algo mejor para Cuba?

viernes, 5 de septiembre de 2008

Ninguno de ellos es cubano

Hace poco se publicó la lista de los 20 jóvenes millonarios gracias a Internet, menores de 30 años. Ninguno de ellos es cubano.

El Vicepresidente cubano Carlos Lage Dávila en un conocido discurso en la ONU repitió muchas veces la frase que da título a este escrito, refiriéndose a males erradicados en Cuba y que aún se padecen en otros países pobres.

Es una táctica muy usada por el régimen esa de compararse con quienes están peor.

Pero para avanzar, necesitamos sobre todo mirar hacia quienes están mejor, cosa que evitan deliberadamente los representantes del poder en la Isla, como hacen con toda estadística desfavorable.

Reconocer la verdad, hacer del conocimiento de todos que el lugar ocupado cada año por la economía cubana en el listado mundial de países, no es mejor y ni siquiera igual al que teníamos en la década del 50, sino que gracias a este eterno “buen” gobierno “del pueblo”, Cuba cada vez desciende más, tanto a nivel global como continental. Ya se dice que somos la esperanza haitiana de dejar el sótano. Si no somos ya los últimos es por no haber sido los únicos con pésimos gobiernos en cuanto a la economía se refiere.

Claro, el no ocultar esta información pudiera llevar a, por fin, abrir bien los ojos a los cada vez menos cubanos y no cubanos, aún creyentes de la buena fé de ese Gobierno, aferrado al poder por ya medio siglo y, por tanto, a no apoyarlo e incluso, ponerle fin, como ocurrirá por necesidad histórica, tal y como la propia ideología marxista leninista afirma, en referencia a los regímenes caducos, obsoletos, ineptos, viejos, que frenan e impiden el progreso.

Hace medio siglo la juventud cubana hizo añicos una vieja sociedad incapaz de resolver la montaña de males sufridos por el pueblo. Hoy los jóvenes van despertando al fin y se van percatando de que les toca hacer lo mismo con este régimen cincuentón que en lugar de desarrollar al país, lo ha hundido cada vez más en la pobreza. Sobresalen las figuas de Yoani y Gorki, por citar los casos que han sido más noticiosos por estos días.

Vendrán nuevos tiempos y quizás no esté lejos el día en que algunos de los jóvenes nacidos en nuestra tierra, puedan también estar en listas como ésta recién dada a conocer y que inspiró el presente artículo.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Derrumbe olímpico

Ya no sólo se desploman los edificios habaneros luego de cinco décadas de abandono por falta de mantenimiento. Nos hemos acostumbrado tanto a ello que casi ni es noticia la caída de más y más inmuebles.

Pero acaba de producirse una debacle mucho más estrepitosa, pues con sólo dos medallas doradas Cuba tuvo en Beijín la peor actuación en las Olimpiadas de la época fidelista, ocupando el lugar 28.

A la discriminación del cubano ante el extranjero por nuestro propio Gobierno no escapan ni los deportistas. Se les priva de los derechos que tienen sus iguales de otros países:

- No se les permite disponer y disfrutar íntegramente de los premios que se ganan y son obligados a “donarlos” medida muy impopular desde el principio, pero como tantas otras, en larga lista de espera de los errores a ser rectificados y condenada a la perpetuidad, a engrosar las formas de doble moral, al tener que fingir que lo donan gustosamente, con tantas necesidades personales y familiares, de solución indefinida e involuntariamente postergada.

- Se les prohíbe jugar en las ligas profesionales de otros países, ya que en nuestra tierra natal están igualmente abolidas. La incapacidad inicial de ver tales competencias también como fuentes generadoras de riquezas para el pueblo y a la vez como fogueo ahorrador de recursos, tan necesarios para otras esferas, en una nación cargada de penurias, se transformó en tozudez perenne. Si cientos de jugadores de gran calidad pudieran competir libremente en otros países, gran parte de lo ganado regresaría como remesas y sería gastado en la propia Isla.

- En consecuencia, nuestros atletas, aunque brillen en olimpiadas, campeonatos mundiales y cuanta competencia importante participen, destrozando récords, por un lado se llenan de gloria y por otro de aire sus bolsillos, privados de derechos económicos por ya casi medio siglo.

Ello es debido a que el Quijote de este tiempo quiere seguir luchando contra los molinos de vientos equivocados. Pero sobretodo, no le permite al propio pueblo elejir contra cuáles desea realmente luchar y escoger a los que entienda como los más capaces para guiarlos.

Estos “Sabelotodo” sin duda sí han podido probar, al menos en materia económica, ser insuperables en eso de lograr que más y más países rebasen al nuestro en los principales indicadores de crecimiento y desarrollo económico.

Maletiquetando casi todo como “capitalista” en obsesiva fobia hiperbolizada a cuanto huela al “enemigo”, en lugar de generar abundante riqueza, han inundado el país de más y más pobreza.

Así hemos llegado a un régimen que, de tan pretendidamente diferente al capitalismo, se parece más al feudalismo, en especial en eso de poner todo tipo de trabas a la prosperidad económica del pueblo y al pleno desarrollo de su potencial generador de riquezas.

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