lunes, 22 de agosto de 2011

¿David Rivera es un congresista cubano o anticubano?

Una vez más otro de nuestros: “líderes” del exilio se coloca del lado de Fidel Castro, por mucho que intente convencernos de lo contrario..

Como es sabido, el anciano de ya 85 años, no ha dejado de atacar uno de los principales logros de la oposición en el exterior: la ley de ajuste cubano, a la cual llama ley “asesina”, responsabilizándola con las muertes de los compatriotas, que intentan escapar del infierno antillano, en lugar de reconocer que es su propio régimen dictatorial, el único y gran culpable de que el pueblo, en masa, desee emigrar por cualquier vía.

El vetusto ha fracasado, pero ya encontró otra vez a alguien entre sus mejores aliados del otro lado, para que le apoye en su cruzada contra la ley de ajuste cubano.

Obvio que el procastrista se cubre bien con su máscara y arguye todo tipo de excusas, para socavar la ley más importante para los refugiados cubanos, basándose en conductas minoritarias, de quienes abusan de las facilidades de la democracia y de la nobleza de la nación, que nos ha acogido y respaldado por más de medio siglo.

El verdadero propósito de David Rivera es seguirle el juego a su Comandante en Jefe, dividir aún más a los cubanos, perjudicar a la comunidad cubanoamericana, debilitar los efectos positivos de las medidas del presidente Obama, tal como intentó recientemente su compinche, el congresista sobrino político del tirano (Mario Díaz-Balart).

Ojalá la gran mayoría del exilio y de la oposición interna se manifieste claramente en contra de la propuesta de Rivera, lo desenmascare y dejen de votar por un tipejo, que siempre es contrario a todo lo que nos beneficie a los cubanos: los viajes, el envío de remesas, la unidad, la influencia directa en quienes siguen en Cuba, para ir logrando gradualmente que las nuevas generaciones del pueblo conozcan, que hay una realidad exterior indudablemente mejor que el paraíso castrista.

miércoles, 3 de agosto de 2011

¿En Cuba eliminarán la "Carta de Invitación"?

A "Barbatruco", como muchos le dicen popularmente a Fidel Castro, le funcionó su "invento" de la impopularísima Carta de Invitación.

Si la mayoría del pueblo no conocía a nadie en el exterior, ¿quién les iba a invitar?

De esta forma, se alegaba que no prohibían los viajes, sino que si algún ciudadano no viajaba, era simplemente porque no poseía la "dichosa" (por no decir "cabrona") carta.

Pero con el Período Especial, no le quedó de otra al Gobierno que abrirle las puertas al turismo extranjero y los cubanos procuraron irse cada vez relacionando más. Y no sólo los proxenetas, jineteras o pingueros (o sea, quienes se dedican a la prostitución), sino otros segmentos de la población, mediante el turismo de eventos, cultural o la renta de habitaciones en las casas particulares y las comidas en las paladares (restaurantes por cuenta propia no gubernamentales).

El régimen reaccionó aumentando la cantidad a pagar por la famosa (y odiosa) carta y burocratizándola aún más.

Durante décadas ha circulado el "rumor deseo" de que la van a quitar, pero ahí ha seguido.

¿La eliminarán por fin?

martes, 2 de agosto de 2011

Cuba: Gobierno anuncia reformas migratorias

Y los cubanos de uno y otro lado nos preguntamos:

¿Suprimirán la carta de invitación?

¿Quitarán la categoría "Salida definitiva"?

¿Tendremos que seguirle pidiendo permiso a los funcionarios, para que nos concedan la merced de poder entrar a nuestro país o salir?

¿Dejará de ser obligatorio un permiso de salida para poder viajar?

¿Nos costarán aún más caros los trámites?

¿Quitarán la tarjeta blanca?

¿Eliminarán la lista negra, de quienes tienen prohibido entrar a Cuba por motivos políticos?

¿Por fin cada cubano podrá viajar, sin tenerle que pedir permiso al Gobierno?

¿A cuántas profesiones más les van a dificultar las salidas del país, con el gastado cuento del robo de cerebros? (Como se sabe, si estuviesen a gusto no se iban, por tanto, no hay tal robo, ni los profesionales somos una propiedad más del omnipotente y monopolista Estado "socialista"; las prohibiciones vigentes son una forma moderna de esclavitud, como si los egresados universitarios fuesen propiedad del Gobierno o de Fidel).

¿En cuántos aspectos sí habrá mejoras y en cuántos será aún peor?

Y muchas más.

Ojalá el gobierno raulista haga de veras una buena reforma, acorde con los tiempos actuales, suprimiendo tantas medidas impopulares y no se sigan usando pretextos manidos o nuevos en perjuicio de los cubanos.

Ver

Movimientos camaleónicos en la política migratoria del régimen. Por Eugenio Yanez (Cubaencuentro)

Buscar en este blog

Mi lista de blogs