sábado, 27 de diciembre de 2008

Cuba: ¿Retorno al capitalismo?

¿Cuántas veces Fidel Castro dijo que Cuba no regresaría jamás al capitalismo?

Tantas veces el hoy anciano caudillo dijo una cosa y sucedió otra, que ya ni lo notamos.

¿Sociocapitalismo?

El asunto es que en la década del 90 en Cuba se produjo un viraje parcial hacia el capitalismo.

Acostumbrados a engañar al pueblo usando otros términos, como si cambiándole el nombre a las cosas, se convirtieran en otras, a los cambios realizados se le llamó economía “mixta”.

Fueron básicamente dos formas de economía capitalista las reautorizadas:

1. La principal, la participación en gran escala de las empresas capitalistas exranjeras en diversos sectores, con mayor fuerza en el turismo.

2. La otra, con un gran auge inicial, ha mermado considerablemente, por cuanto el “máximo líder” devenido reflexólogo, la considera indeseable y la ha sumado a su larga lista de batallas, para, si no erradicarla, al menos entorpecerla, frenarla, minimizarla, ahogarla. Se trata de los llamados “cuentapropistas”, concebidos como un lejano recuerdo de, o parentezco con, la pequeña burguesía cubana “enemiga”, despojada igualmente de sus bienes muy injusta e injustificadamente, desde la década del 60.

El “eterno” dictador no vaciló en, primero violar la actual Constitución con muchas de sus medidas del período especial y luego reformarla, poniendo en práctica su desfachatada “voluntad popular”. O sea, derogó a su antojo cuanto había sido aprobado por el pueblo en referendo en los 70 y que ya no le resultaba conveniente en los 90, como si el país entero fuese su finca particular.

De todas maneras, el pueblo siempre “comprenderá” que él, humildemente, actúa como un esclavo a su servicio, nunca tiene otra opción y no le quedó más remedio que hacer lo que hacía falta hacer, etc. etc. No se le ocurría otra cosa. Ya no salía nada de su materia gris. Esto pese a esa gran inteligencia que se le atribuye para otras cosas, en especial para engatuzar, despojar a los demás de sus bienes, deshacerse de sus enemigos, someter a los demás, en ese ya larguísimo proceso de construir (sin nunca de veras hacerlo) el socialismo, como gusta llamarle al régimen del burocratismo en el poder.

Este es un cuento muy conocido de tan repetido: él quiere lo mejor para el pueblo, pero le sale lo peor, porque el enemigo (el imperio, el bloqueo, la mafia miamense, etc.) no lo deja llenar de felicidad al cada vez más empobrecido país.

Burgueses buenos y malos, según convenga

Cuando el ahora expresidente dice que no se regresará al capitalismo, se refiere al poder de la gran burguesía cubana y norteamercana, a la cual le quitó sus vastas propiedades en nuestra Patria. O sea, a sus enemigos que lo llaman ladrón, asesino y a quienes él en sus afanes colectivistas y dinásticos los llamó “nuestros” enemigos "eternos".

Como si la gran burguesía española, canadiense, francesa, alemana, británica, italiana, mexicana, brasileña, etc. no fuese al fin y al cabo tan capitalista como la norteamericana o la cubana.

El extremismo anticapitalista

En realidad el infundado temor al capitalismo, el fantasma de la vuelta al pasado republicano, invocando y exagerando sus defectos y errores, ocultando sus logros, en fin, desinformando al pueblo, forma parte importante de la larga lista de recursos manipulativos usados por el régimen para perpetuarse y continuar usurpándole el poder al pueblo, basados en:

- la mentira,
- el miedo,
- la inseguridad,
- las calumnias,
- la coacción psicológica,
- la represión,
- la aprobación y puesta en práctica de leyes arbitrarias unas y letra muerta otras,
- la privación de derechos,
- la desinformación,
- la incomunicación,
- el aislamiento del mundo,
- la conversión de la Isla en una especie de gran prisión con rejas de mar, para la gran mayoría de sus habitantes, que nunca han podido salir de ella ni una sola vez en su vida,
- las purgas,
- la eliminación física de los opositores (fusilamientos, desaparecidos “en el mar”),
- el éxodo,
- y un extenso etcétera.

Desastroso resultado del no capitalismo

El desastre económico cubano está evidenciado sobre todo por:

- esa capital que lleva décadas en ruinas, de manera creciente, cual salida recientemente de un gran terremoto o bombardeo masivo,
- ese continuo empobrecimiento material de cada habitante,
- esa bajísima remuneración salarial, la cual como promedio no cubre ni un tercio de las más elementales necesidades de dinero para las compras de alimentos,
- esa angustia diaria por la subsistencia,
- esa parte creciente de la población envejecida, obligada a seguir trabajando con más de 60, 70, 80 y 90 años para no morir de desnutrición e inanición,
- esa niñez y juventud desesperanzada, pedigüeña, prostituida e irreverente,
- ese creciente y calificado capital humano, profesionalmente frustrado, frenado, desmotivado, subestimado, apabullado,
- esa desmoralización masiva (tanto mayor cuanto más larga ha sido la duración del régimen) que ha forzado a un pueblo virtuoso a rebajarse al hurto, robo, violación de todo tipo de leyes absurdas, que le prohiben ganarse honradamente el sustento diario, suyo y de su familia,
- ese ya hoy mayoritario deseo de emigrar y de terminar de una vez con el actual régimen.

¿Hasta cuándo seguir mintiendo? ¿Seguir soportando? ¿Continuar creyendo? ¿Proseguir apoyando? ¿Continuar aceptando lo que no sirve? ¿Seguirles temiendo?

¿Quiénes desean el capitalismo para Cuba?

Por eso el retorno al capitalismo no es sólo un deseo de aquella burguesía desvalijada, asentada en Miami y hoy aún más enriquecida y poderosa económicamente de lo que alguna vez lo fue en su Patria.

Tampoco el anhelo únicamente de los cubanos que, nacidos después del 59 o siendo muy pequeños entonces, emigraron también e igualmente disfrutan en la actualidad de la bonanza económica a la cual no podían aspirar en la tierra que les vio nacer. O sus descendientes (cubanoamericanos o cubanoeuropeos). Esta parte hoy mayoritaria del exilio.

Menos aún, aspiración solamente de los “grupúsculos” opositores internos, ciertamente minúsculos.

Es una alternativa, si bien no la única, considerada por la mayoría de los habitantes de la otrora Perla de las Antillas, cuando a solas o en confianza, meditan sobre el futuro deseado para Cuba.

jueves, 11 de diciembre de 2008

¿Y lo que Mariela Castro Espín respondió a Yoani Sánchez?

Esta noche las televisoras de Miami difundieron el fragmento de un vídeo en el cual Yoani Sánchez y Mariela Castro Espín sostienen una brevísima conversación.

Yoani es una filóloga y blogguera cubana cada vez más famosa, luego de otorgársele el premio Ortega y Gasset 2008 de periodismo digital, así como haber sido seleccionada por la revista Forbes como una de las 100 personalidades más influyentes del mundo.

Mariela, como sus apellidos nos sugieren, es hija de Raúl Castro (actual Presidente de Cuba) y de su fallecida esposa Vilma Espín (quien oficialmente hizo las funciones de Primera Dama durante muchos años). Sobrina, por tanto, de Fidel.

Es importante decir cosas como lo expresado por Yoani. Varias veces la he elogiado verbalmente y por escrito en comentarios a sus artículos de su blog, pero lo que me llamó la atención fue lo siguiente: nadie cuestionó el porqué expresarlo en una conferencia sobre otro tema. Además, a la persona escogida y no a otra.

En esta sociedad tan libre, no se escuchó ni escribió ningún enfoque diferente de lo acaecido y una vez más decidí atreverme a nadar contra la corriente.

Por lo visto, desde el punto de vista publicitario todo estuvo muy bien planeado, de ahí la grabación del vídeo y sobre todo, su rápida difusión. ¿Oportuno u oportunista?

¿Acaso Yoani se va a mover en la misma cuerda que critica, pero en el bando opuesto, al mezclar la ideología y la política con todo?

El título que escogí se debe a que en mi vida me han tratado de obligar muchas veces a tragarme la píldora y siempre me he resistido de una u otra manera.

Así, tanto en los medios de Miami como en Internet, se destaca la pregunta de Yoani, sin decir que está totalmente fuera de contexto, por tratarse de una conferencia cuyo asunto principal no era básicamente ni político ni ideológico, sino relativo a la sexualidad humana.

Hay ciertos grupos extremistas que desde hace 50 años dicen luchar por profundos cambios en Cuba, como terminar con el régimen, pero actúan tal que tienden a interferir los otros cambios graduales e insuficientes que se han ido gestando, como si en realidad trataran de que no se dé cambio alguno, que todo siga igual o peor. Han contribuido así a prolongar lo que dicen querer acabar.

Y llama la atención que algunos miembros de generaciones más jóvenes, de vez en cuando bailen en la misma cuerda que los más viejos, prestándose al juego de obstaculizar cualquier otro cambio, que no forme parte de los asuntos que más nos dividen a los cubanos, aquellos que permanecen prácticamente intactos.

¿Fue o no bueno lo contestado por Mariela?

En Miami incluso insistieron en la TV en cuanto a que Mariela no halló una buena respuesta. A mí me pareció todo lo contrario: breve, concisa, inteligente, cordial, tolerante, sensata.

Claro, no fue lo que hubiesen preferido quienes sólo ven en ella a la sobrina del tirano, a la hija de Raúl. Como no encuentran de qué acusarla, ni cómo desprestigiarla, pues manipulan los grandes medios, cambiando "pequeños detalles aparentemente insignificantes" de lo sucedido realmente.

Mi colega (excompañera de la carrera y de trabajo) psicóloga, pedagoga y sexóloga ha logrado librarse de los altos cargos políticos, por más que los futurólogos y cubanólogos la sigan presentando como una de las posibles herederas del trono castrista y se ha mantenido concentrada en su profesión, dedicada desde hace muchos años a la dirección, la docencia y las investigaciones científicas en el área de la educación sexual.

¿Y, por qué no? Se ha atrevido a fundamentar científicamente y luchar por conferirle un respaldo jurídico a cuestiones muy mal tratadas históricamente no sólo en Cuba, sino en casi todos los países, incluido USA y la otra Cuba del sur de la Florida, donde los no heterosexuales siguen luchando por la plena igualdad de derechos, en el mismísimo siglo XXI, en la única superpotencia mundial, muy avanzada en múltiples cosas, pero bastante rezagada en otras. Al César lo que es del César.

¿O a caso ahora nos van a pedir cuentas a nosotros por el exterminio de los indios por los colonizadores en este hemisferio, dado el hecho de ser sus descendientes?

Lo que cambió, omitió y añadió Yoani

Este vídeo ya estaba en You Tube http://www.youtube.com/watch?v=jxNGB9PLnF8 y en el recientemente premiado como mejor blog Generación Y http://desdecuba.com/generaciony/

Como la calidad del sonido no es la óptima, la blogguera lo transcribió con varias imprecisiones (cambios, omisiones, adiciones) por lo tanto, ponemos a disposición de nuestros lectores la versión real de lo que se habló según el fragmento de vídeo. En nuestra transcripción más exacta (hasta con las muletillas), destacamos en verde lo que no coincide con la transcripción de la filóloga. La de ella se resalta en azul con los detalles en rojo que le cambió.

Resulta curioso que Yoani, quien se ha propuesto luchar por los derechos de los cubanos como los seres humanos que somos, no haya escuchado ni en vivo ni en la grabación, que Mariela dijo claramente "derecho humano", en lugar de "No queremos más".

También oyó "responsabilidad" en lugar de "sexualidad". Tal parece que en su afán de responsabilizar a Mariela por los desaciertos políticos e ideológicos del país (debido al pecado de su origen familiar), oyó más lo deseado que lo dicho, en vez de prestar atención a los problemas referentes a la sexualidad existentes en nuestra Patria y sus posibles soluciones. Es más fácil criticar que resolver; preocuparse, que ocuparse.

Obviamente, la autora de Generación Y, no fue allí ni a conversar, ni a oír, ni a que le respondieran nada, ni a apoyar a los no heterosexuales, sino a decir y a seguir sobresaliendo en los medios.

Esta última adquisición de nuestra colección de cubanos famosos comenzó muy bien, pero al parecer ya se le están subiendo los humos para la cabeza. Ojalá esté a tiempo de meditar, de escuchar, de regresar a su encantadora humildad original, pues si de algo no hemos carecido los cubanos es de la injustificada manía de grandeza de ciertos personajes, como para que este cáncer se propague.

A continuación las dos transcripciones de la pregunta/respuesta:

Mariela: Incluir el tratamiento de la persona transexual en una concepción del derecho, como derecho humano... La compañera (dirigiéndose a Yoani para cederle la palabra)

(Incluir el tratamiento de las personas transexuales en una cosa que se llama el derecho. No queremos más. )

Yoani: Este, me gustaría preguntar si en toda esta campaña, en esta lucha que se está haciendo, de alguna manera, desde la sociedad misma para aceptar la preferencia sexual, se pudiera también en algún momento como pasar a otros, a otros roles y de alguna manera se luchará también por la tolerancia a otros aspectos como pueden ser la opinión, como pueden ser las preferencias políticas e ideológicas. ¿Saldremos también de esos armarios?

(Me gustaría preguntar si toda esta campaña, esta lucha que se está haciendo, de alguna manera, desde la sociedad misma para aceptar la preferencia sexual, podrá en algún momento pasar a otros roles y se luchará también por la tolerancia a otros aspectos como pueden ser la opinión, como pueden ser las preferencias políticas e ideológicas. ¿Saldremos también de esos armarios? )

Mariela: Yo no sé, porque no trabajo en esa área. Eh, el campo ideológico y político están entre la sexualidad y creo que estoy haciendo lo mejor que desde mi capacidad puedo dar. Eh, yo pienso que a todos nos toca trabajar en el área que nos corresponde.

(No sé, porque no trabajo esa área. El campo ideológico y político está fuera de mi responsabilidad. Y creo estar haciendo lo mejor que desde mi capacidad puedo dar. )

martes, 9 de diciembre de 2008

¿Libertad de expresión en Cuba?

Si el régimen existente en Cuba fuera realmente mejor o bueno, si el pueblo de veras tuviese el poder, no habría excusa alguna para no garantizar la más completa libertad de expresión.

Este derecho humano es probablemente manipulado en todas partes con fines políticos, en interés de unos y perjuicio de otros.

Tal vez muchos cubanos que nunca han visitado otro país, crean ingenuamente que en Occidente sí se respeta la libre expresión, que cualquiera puede decir por la TV, la radio o la prensa plana lo que opina, especialmente cuando son planteamientos completamente opuestos a lo preferido por los dueños de cada uno de esos medios en particular o incluso cuando difieren del criterio del conductor o del director de determinado programa. La mentira, por mucho repetirla, no se convierte nunca en verdad.

En varios espacios en vivo en Miami, he constatado como interrumpen la salida al aire de la voz de alguien cuando está expresando una opinión contraria. Dedican más tiempo a refutarla y a que se escuchen las que no disienten. Paradójicamente, quienes dirigen esas emisoras y programas o los conducen, dicen abogar por la libertad de expresión en Cuba y nos quieren hacer creer que eso que ellos hacen es garantizar esa libertad. ¿O será que para esta gente libertad de expresión significa la libertad de impedir a los demás decir lo que desean, sobre todo si es diferente? ¿O simplemente, libertad sólo para quienes tienen el control de los medios? ¿Libertad para imponer quiénes sí y quiénes no?

¿O acaso dónde está el canal (para verlo), o la emisora (para escucharla), o el periódico y revista (para leerlos), o aunque sea el artículo y programa de quienes están en contra? No me refiero a quienes tienen pequeñas diferencias sobre lo mismo, o a cuando ya no queda otra opción inteligente que la de apoyar a la, a todas luces nueva mayoría, como está ocurriendo hoy día con tantos temas cubanoamericanos.

Hasta he escuchado varias veces decir: "Aquí eso no lo podemos permitir". Cosa que me suena muy recordada y escuchada, pero del otro lado del estrecho de la Florida. Agregando a veces: "¡Qué se vayan! (Para Cuba)". Y me vuelve a la mente la tristemente célebre "escoria" de los 80 (no sólo ella).

¿Y qué decir cuando nos llega algún cantante o actriz (como Pablo FG o Rosita Fornés) y no dice "libremente" lo único que los más extremistas de acá, consideran apropiado oír de los labios de un cubano?

Extremistas como estos nos quieren dar lecciones de libertad. Como si no supiésemos y como si no estuviésemos más que hartos, de que otros nos estén imponiendo qué debemos decir, pensar o hacer.
Dentro de Cuba quedan muy pocos que se traguen aún el cuentecito de que el poder es del pueblo y que, por tanto, la TV, la radio, etc. también son del pueblo, que existe igualdad de derechos, de acceso a los medios y tantas otras mentiras, que como ya se sabe, por muy repetidas no se van a convertir en verdad, sino que al contrario, cada vez la población se convence más de haber sido víctima de una gigantesca estafa histórica.

Todos los que hemos trabajado y trabajan en los medios en Cuba sabemos que tenemos prohibido por completo decir o permitir que otros digan algo distinto a lo oficial y que no sea aprobado por quienes ejercen el poder "en nombre del pueblo", traducido mejor como en contra del pueblo.

¿Quién en Cuba todavía no sabe que esto que acabo de decir es así?

¿Y eso es socialismo? ¿Poder Popular? ¿Democracia? ¿Justicia social? ¿Libertad? ¿Igualdad? Y toda esa lista de valores que en la teoría suenan muy bonitos, pero que en la práctica brillan por su ausencia.

Pese a saber desde hace tiempo que la mayoría silenciosa y silenciada del pueblo no apoya al régimen, supongamos que fuese cierto lo dicho oficialmente:

- sólo una minoría ínfima, los llamados grupúsculos, son quienes están en contra. Digamos el uno por ciento de la población (o la proporción que más le guste a usted, da igual a los fines de este ejemplo).

- que de veras el poder fuese del pueblo y por tanto, se garantizara la justicia, equidad, los derechos humanos y cuanto de noble y bueno ha concebido el ser humano para la sociedad socialista (esa que en 50 años ni siquiera se ha empezado a construir)

Entonces lo justo, lo equitativo, lo revolucionario, lo socialista, lo democrático, lo que evidenciaría que de veras el poder es de todo el pueblo (¿O acaso la minoría no forma parte del pueblo en el poder?), incluso con la exactitud matemática de la elevada educación enarbolada como bandera, sería que al menos de cada 99 opiniones favorables al régimen, se difundiera aunque fuese una, totalmente contraria.

Claro, la minoritaria burocracia en el poder también usa la matemática a su conveniencia, que por lo general no coincide con lo conveniente para el mayoritario pueblo "en el poder" (en realidad carente de todo poder, incluido el de expresarlo).

O continuando con la más exacta de las ciencias, pudieran ser cada 99 días completos para las opiniones respaldando o repitiendo lo oficial, tener un día, también completo, para los criterios en contra de lo oficial.
Pero el "invicto Comandante" (este "esclavo" moderno que estuvo tantos años "obligado moralmente" a servirle al pueblo, el cual no deseaba tener a ningún otro como líder) no permitió, ni permite, la difusión de ni siquiera una sola opinión contraria, ni tímidamente disidente, por los medios "del pueblo", de los cuales todavía se cree el verdadero propietario y, por tanto, continúa imponiéndole a la mayoría su "voluntad popular" (requete demostrada impopularísima, cuando no tuvo más remedio que cederle el puesto a su hermano) .

Obviamente, la atemorizada clase burocrática en el poder, so pena de selectivamente dejar de serlo, mediante las conocidas purgas, planes pijamas, simulacros de juicios, fusilamientos, etc., sigue acatando diligentemente las órdenes del Comandante en Jefe, sometida igualmente a los designios, la coacción psicológica, sofisticada represión y caprichos del vejete dictador, expresidente devenido reflexólogo, pero no por ello con menor poder real.

viernes, 5 de diciembre de 2008

¿Cambios en el exilio?

Al parecer los cambios en Miami, la capital del exilio cubano, están llegando más rápido de lo previsto.

Así lo evidenció el sondeo efectuado por la Florida International University (FIU) poco después de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el 4 de noviembre.

Los resultados hablan por sí solos:

El 55 por ciento se opone a la continuación del embargo.

El 66 por ciento desea el fin de las restricciones a los viajes a Cuba.

El 65 por ciento está a favor de restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba.

Los analistas coinciden en señalar que las nuevas generaciones de cubano americanos siguen ganando terreno frente a las viejas que emigraron a principios de los 60, cuyos voceros demostraron ante los medios que estaban lejos de imaginarse verse en minoría tan pronto, en asunto tan polémico como el muy condenado internacionalmente bloqueo o embargo.

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