jueves, 23 de diciembre de 2010

El Partido Comunista de Cuba: ¿Instrumento de dominación?

Por mucho que se le disfrace, en realidad es un partido elitista y sin apoyo popular.
No representa los verdaderos intereses del pueblo, sino de la clase dominante y explotadora en el último medio siglo: la burocracia estatal y partidista "socialista".
Con el cuento de que a él sólo deben pertencer los mejores, el PCC ha devenido en un mecanismo de discriminación, privilegios, instrumento de sometimiento de la mayoría a la minoría, del pueblo a los "militantes" y de todos a los "dirigentes" hasta el máximo nivel, único cargo (por cierto el más importante según la Constitución "Socialista") que todavía conserva el ya no moribundo supremo líder, supongo que no por casualidad aún aferrado a él, aunque en la práctica estuvo mucho tiempo sin poderlo apenas ejercer, como una prueba más de que el pueblo, aunque quisiera, no lo ha podido "destronar".
Decir esto significa ser considerado "enemigo". Claro, en la interminable "construcción" de una sociedad supuestamente mejor (cosa que está muy lejos de demostrar), la cual no admite las críticas que a su vitalicio máximo líder, no le convienen.
¿Cuántos cubanos que han descollado, con las mejores cualidades, con excelentes resultados han visto como otros, que no son tan buenos, ni tan brillantes, ni tan honestos u honrados, ni tan fieles, ni tan cumplidores de la ley y todo un largo etcétera, pero que ya están en la "vanguardia" (sin merecerlo de acuerdo a estos mismos criterios selectivos, pero están y perduran pese a todo), deciden excluirle del alto "honor" de pertenecer al PCC y por tanto, con ello, de acceder a determinados cargos, echando mano a cualquier ardid tan banal e inadmisible, como tener algún pariente desafecto (¿acaso se está analizando darle la membresía al pariente?) o tener un amigo que se sospecha (sin pruebas) que pudiera ser gay, o creer en Dios o en los santos y un montón de ejemplos más por el estilo, mediante los cuales se han valido los que ya están en la "vanguardia", para decidir que sean sus compinches y no otros, quienes de veras entren.
Aunque luego, sobre todo en los noventas, ante la pérdida total de interés de la población en pertenecer a ese engendro, le hayan abierto las puertas a los creyentes u homosexulaes, por mencionar algunas "rectificaciones", durante décadas estuvieron haciendo mucho daño en otros, discriminándolos, despreciándolos, obrando con total injusticia.
Esto por supuesto que genera división, disgusto, malestar, falta de credibilidad, discordias, resentimientos, dolor, impotencia y un sinnúmero de sentimientos y actitudes negativas: "divide y vencerás". Y el pueblo cubano quizás sea uno de los más divididos del planeta.
Aunque las masas elijan a alguien como ejemplar, argumentando que sí debiera ser procesado como militante, por tener constantemente mejores resultados y cualidades que quienes ya lo son, esta minoría se otorga el derecho de imponerle a las masas lo que le da la gana, creyendo que con infundios, explicaciones inconsistentes o simplemente sin argumentar nada, las masas les van a seguir considerando por siempre la "vanguardia".
Claro que no todos los "militantes" carecen de prestigio, ni forman parte de la élite. A ésta pertenecen sobre todo los dirigentes, a nivel nacional, provincial y municipal, quienes van copando todo puesto de alguna importancia y poder, dejando siempre alguno no tan relevante para los "no militantes".
O sea, la mayoría de puestos, para una minoría de "militantes"; y la minoría de puestos para una mayoría del pueblo "no militante". Esto es lo que entienden por justicia, igualdad de oportunidades, sociedad mejor, etc. estos sinvergüenzas, mentirosos, engañabobos.
O nos van a hacer creer que no se han percatado de tal cosa. ¿La rectificarán?
La esencia de la farsa antidemocrática y nada socialista, ni ocho cuartos, de ese régimen, está en uno de sus postulados supremos que no pretenden de veras rectificar, aunque tal vez sí traten de volver a enmascarar con otra capa de pintura o de maquillaje: el PCC es quien manda, a todos los niveles, aunque ahora se diga que el Gobierno es quien ha de gobernar.
Por cierto, un gobierno que tampoco es electo por el voto popular.
El PCC es el instrumento supremo de dominación, explotación, sometimiento de las masas en Cuba. Incluso dentro del mismo, es el instrumento de sometimiento de la mayoría de la militancia a esa minoría que en 5 décadas se ha autorreelegido y perpetuado. ¿Lo van a rectificar? Lo dudo.


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