viernes, 24 de diciembre de 2010

Cuba y el único partido: ¿mayor unidad o más división?

La realidad ha probado la inconsistencia del absurdo y reiterado argumento de que la existencia de un único partido garantiza la unidad del pueblo cubano.
Tal unidad es completamente falsa.
No sólo porque la gran mayoría del pueblo no pertenece a ese "único" partido, quedando discriminada, marginada de la posibilidad de pertenecer a él y teniendo prohibido integrarse a otro. O sea, la mayoría no tiene un derecho que sólo es para una minoría, que repite el embuste de ser la "vanguardia", "dirigente", del "pueblo".
De facto, el PCC significa décadas de profunda división entre una minoría que sí son "militantes" y una mayoría excluida de serlo, que se siente discriminada, despreciada, sometida.
Esta errónea concepción sobre quiénes sí y quiénes no pueden pertenecer a ese partido único, nunca ha sido analizada y no se puede proponer que sea rectificada, so pena de ser considerado al instante "enemigo".
La cúpula explotadora dominante siempre ha visto el multipartidismo y hasta algo más limitado como un bipartismo "socialista", como el peligro de la pérdida del poder, si al pueblo se le diese periódicamente la posibilidad de votar y con ello decidir qué candidatos de cuál partido son quienes detentarían el poder de la nación.
Tal bipartismo "socialista" sería similar a USA, donde el bipartidismo lo que tiene de distinto es ser capitalista, sin dar cabida a lo opuesto y si acá casi nadie se cuestiona tal cosa, por qué habría de criticarse un bipartidismo a lo cubano.
Como se sabe, la farsa de "elecciones" impuesta no permite ningún cambio esencial y se limita a "elegir" lo que ya está electo mediante la dedocracia castrista.
Si el pueblo tuviese de verdad el poder, sería el propio pueblo quien decidiría a qué partidos pertenecer y nadie tendría que decretar si es uno, dos o más.
El fraccionamiento político de la sociedad cubana actual es cada vez mayor. Proliferan los minipartidos. Quizás si se les permitiese a los cubanos agruparse libremente en partidos, surgirían decenas y cientos.
Cuando al PCC se le retiren sus privilegios, cosa que afortunadamente algún día sucederá, incluso aunque quienes hoy estamos vivos no podamos llegar a verlo, su membresía disminuirá drásticamente, si no es que llega hasta a desaparecer, por falta de personas que quieran agruparse bajo tal denominación, de tanto disgusto acumulado, de gran injusticia prolongada por demasiado tiempo, cuando cosas como las dicha aquí puedan ser escuchadas, leídas, discutidas, etc. por cualquiera en Cuba.
Espero que nunca se llegue a hacer realidad, el revanchismo de la contraparte castrista asentada en Miami, esos que dicen querer acabar cuanto antes con el régimen, pero que en realidad son quienes más lo apoyan desde acá en eso de prolongarse, alimentando temores como el de masacres contra quienes fueron miembros del PCC en una Cuba post Castro, cosa que obviamente contribuye a que los militantes y sus familias no deseen que el régimen termine, pues ¿quién desea que le maten a algún familiar o vecino o conocido porque acá en Miami unos potenciales asesinos en serie, vivan del negocio de las amenazas anticastristas y anticomunistas?
Ahora que Raúl vuelve a llamar a la rectificación: ¿enmendarán esto? O quizás el venidero Congreso del PCC sólo traiga mucho ruido y pocas nueces.

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