Al régimen existente en Cuba hay que vencerlo usando la inteligencia y la creatividad. Incluyendo sus propias "armas" de este tipo.
No sería una victoria inmediata, ni violenta, sino ir dando pasos firmes de avance hasta su derrota total, incluso en las propias urnas, en esa farsa electoral en la que tal parece que todo lo diseñaron como para que nadie los pueda quitar.
Muchas personas ni siquiera se leerán este artículo al ver la palabra socialista. Su anticomunismo les ciega.
Otros sí se lo leerán, pero sin intención alguna de reflexionar, meditar sobre lo dicho en él y menos aún de contribuir a lograr lo aquí expresado. Simplemente no les conviene a sus verdaderos intereses. Sabemos que están quienes dicen que desean cambios en Cuba, pero actúan en realidad para impedir o favorecer que nada cambie allá. Algunos hasta se dispondrán gustosos a atacar los aspectos principales aquí dichos, como buenos instrumentos de la hasta hoy fructífera política de divide y vencerás, de tan excelentes resultados para el castrismo, encantados de servirles de dócil instrumento, por mucho que digan lo contrario.
Pero la mayoría de los cubanos, sí deseamos cambios en Cuba. Si has llegado en la lectura hasta aquí, quizás seas uno de nosotros y te ocuparás de que otros también lo lean y mediten en que sí hay esperanzas y "armas" que podemos usar, dondequiera que estemos.
La mayoría de nuestro pueblo no es militante del Partido Comunista de Cuba (PCC) ni de algún otro. Como se sabe, el PCC es un partido de una minoría y el resto lo son de "cuatro gatos".
Los intentos de crear otros partidos en Cuba, tienen el gran defecto, de ser minipartidos. Cada uno tirando para su lado y sin lograr ninguno aglutinar a muchas personas.
Además, por lo general, su enfrentamiento al régimen es tan abierto, que casi nadie se les suma ni apoya, ante la fuerte represión de todo tipo que el régimen usa contra ellos.
La verdad es que son "partidos" diseñados más según el fracasado modelo de ideólogos miamenses (quienes ya ni saben cómo es Cuba), que una verdadera alternativa popular de cambio.
Son partidos para el show publicitario, mediático, para que las cámaras de la TV y los columnistas de los periódicos tengan "noticias" que reportar en los espacios reservados para ello, pero no se vislumbra con esto cambio importante alguno.
Se requiere de un partido que guíe de veras al pueblo cubano a la toma pacífica del poder, de ese poder que le pertenece al pueblo, pero que en realidad no es suyo; de ese poder que incluso la Constitución "Socialista" vigente le otorga al pueblo, pero que el régimen actual le usurpa.
Para que el pueblo cubano pueda ejercer de verdad el poder, necesita unirse. Ese montón de partidos "lucha" en sentido contrario: en la práctica dividen más a los cubanos, cada uno tirando por su lado y picoteando la escasa oposición visible, pero incapaces de liderar a la mayoritaria oposición al régimen, invisible, esa que día a día está harta de pasar calamidades, descontenta, frustrada, quejosa; esa gran masa del pueblo que se siente engañada, sin esperanzas, sin futuro, sin voz, sin un genuino líder, capaz de guiarla por fin a la salida de este largo y oscuro túnel.
No estoy proponiendo suprimirlos, pero es posible un Partido de la Mayoría del Pueblo cubano, el cual ni incluya a los del PCC, ni se contamine tampoco con estos otros "partidos" faranduleros.
Por eso es que hasta en la denominación del Partido debe figurar que es de la "mayoría del pueblo" y lograr serlo con el aumento gradual de sus simpatizantes o adeptos y con los resultados que vaya logrando, de modo silencioso, pero creciente y constante.
Quizás no sea menester que tenga muchos "miembros" (el no tener miembros o no saberse quienes son, le dificultaría al régimen reprimirlos). Sobre todo, lo que si ha de tener es mucho respaldo, especialmente en las urnas.
Un partido capaz de aglutinar a todos o casi todos los que no sean militantes del PCC. Por tanto, un partido con muchos más simpatizantes que el PCC y que por ello sus candidatos (no militantes del PCC) puedan lograr mucho más votos, desde las elecciones de los delegados del Poder Popular, que los logrados por los candidatos del PCC. Un partido que logre que la mayoría del pueblo, por fin, mande.
Imagínate por un momento, que en esas mismas elecciones se llegara algún día a resultados tales que la inmensa mayoría de los cubanos con derecho al voto eligieran como Delegados a cubanos que no fuesen militantes del PCC, o sea, a otros candidatos no militantes, favorecidos por el voto tal y como les convocara este partido alternativo de la "Mayoría del Pueblo". Sería un gran golpe al régimen, una demostración de fuerza y sabiduría popular.
Esa masa que parece impotente, usando los mecanismos ideados por el mismo régimen, lo derrotaría en las urnas de manera aplastante. Parece un sueño, pero es posible convertirlo en realidad, si muchos nos lo proponemos, cada vez más.
El que esto se comenzase a lograr en algunas circunscripciones, serían pasos importantes.
Un triunfo en todo el país, sería definitorio y es cosa que sí se pudiera lograr en pocos años, si no todos, pero al menos la mayoría nos lo propusiésemos.
La "consigna" electoral pudiera ser tan simple como "votar sí, pero no por ningún militante del PCC" y el que salgan electos cada vez menos militantes como Delegados, sería la mejor prueba del avance y fortalecimiento de este Partido de la Mayoría del Pueblo en todas partes de la Isla.
La "emisora" idónea de este Partido sería Radio "Bemba", o sea, de voz en voz, de persona a persona, así como acostumbra el pueblo a difundir todo lo que el régimen calla, oculta, o las cosas que desea o espera y que en muy pocos días es capaz de llegar a todo rincón del país: "¿Te enteraste?..." y la nolticia vuela, con más receptores y propagadores que la novela de mayor teleaudiencia.
Algo así como: "Esta vez sí vamos a ganar. Nadie va a votar por los del PCC". Y el resultado en las urnas sería un contundente referendo.
No es persistir con los fracasados llamados a no votar, a la abstención, de esos que no tienen ni la más remota idea de cómo son las cosas en Cuba, pues no votar significa ser blanco inmedito de la represión del régimen por las distintas vías que usa para elllo en la cuadra, en el trabajo o escuela, etc.
Es mejor votar. Lo que no votar por los del PCC, sino simplemente por los no militantes. Que cada vez sean menos los del PCC electos. Esto le daría a las masas la confianza de que "sí se puede" cambiar aquello, derrotar al régimen.
Y no creamos que el castrismo se cruzará de brazos. Si tuviesen que reformar el sistema electoral lo harían, con tal de intentar no perder el poder, pero la respuesta sabia sería hallar la nueva manera de vencerlos.
¿Socialista?
Darle la denominación de socialista a dicho partido es primordial.
Y este es el punto que quizás levante más ronchas, especialmente por el anticomunismo miamense, el cual afortunadamente no ha logrado calar en la mayoría de las nuevas generaciones. Como es sabido, para estos extremistas todo lo que huela a izquierda, socialdemocracia, socialista, etc. es satanizado.
Sin embargo es muy conveniente e inteligente ese apellido socialista.
Hasta internacionalmente hay muchos países capitalistas gobernados por partidos socialistas, socialdemócratas, de izquierda o centroizquierda. Hasta en USA se considera al Partido Demócrata como de "izquierda", respecto al más derechista Republicano. Esto podría favorecer el apoyo y simpatía internacional. En general, las fuerzas de centro y de izquierda del mundo entero lo podrían apoyar, incluidas USA, Europa, Latinoamérica y China, como nueva superpotencia económica.
Pero principalmente, la denominación Socialista, le daría a este Partido Socialista de la Mayoría del Pueblo (PSMP) cubano la constitucionalidad indispensable, el derecho legal amparado en la Constitución vigente y la posibilidad real de incluso lograr algún día poder convocar al pueblo para reformarla o reemplazarla por una mejor.
Es valioso para la pacífica lucha interna contra el régimen actual, explotador, usurpador, farsante, dictatorial, despótico, antidemocrático, pseudosocialista.
Es al pueblo cubano a quien le corresponderá decidir, una vez derrotado el régimen, si desea o no el socialismo, el capitalismo, el burocratismo explotador actual u otro régimen.
Pero en esta etapa, lo más inteligente es que sea un partido con denominación socialista, quien encabece la lucha pacífica, que lleve de una vez a la derrota del régimen, enarbolando las banderas de cambio, recogiendo el sentir del pueblo, su descontento, proponiéndose modificar todo aquello que el pueblo detesta, como los impedimentos para poder viajar al exterior, para poder mejorar la vida dentro de Cuba, poder comprarse o construir cada cual su casa, tener su carro, poder alojar a turistas en sus casas sin ser reprimidos por ello, eliminar los absurdos impuestos a los cuentapropistas y establecer un régimen tributario justo, acabar de una vez con la miseria, el hambre, la pobreza, la escasés de alimentos, los privilegios de los hombres "corcho", la discriminación política e ideológica, la falta de libertad y de democracia y todo tipo de trabas, impedimentos, prohibiciones absurdas. En fin, comenzar a avanzar de verdad hacia un futuro mejor para todo el pueblo cubano. Se llame o no "socialista", lo importante es que sea mejor de verdad.
Si el pueblo, una vez conquistado el poder, desea cambiarle de nombre al PSMP, ya lo hará.
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