lunes, 15 de septiembre de 2008

¿Estamos de verdad los cubanos dispuestos a cambiar?

Una cosa es desear cambios y otra cosa es estar realmente dispuestos a efectuar esos cambios.

Probablemente has respondido a nuestra encuesta afirmativamente, que deseas cambios en Cuba y que quieres que tales cambios sean para mejorar.

Pero a veces, aunque deseamos algo, no hacemos lo requerido para lograrlo.

Si te fijas, muchas de las personas que expresan algún deseo de que hayan cambios en Cuba, paradójicamente no están dispuestos a cambiar ellos mismos.

Podemos poner muchos ejemplos, mas quizás por ahora con dos sea suficiente:

Primer ejemplo: La gran mayoría de los cubanos estamos hartos de pasar trabajo, de vivir en la pobreza, de constatar día a día que la situación económica del país y de cada familia no avanza, sino que empeora más y más.

Cuba en este último medio siglo ha ido descendiendo notablemente en cuanto al lugar que ocupa su economía en el listado mundial y continental de países en los principales índices de desarrollo económico, como lo es el producto interno bruto percápita.

Sin embargo, a pesar del desastroso desempeño económico del Gobierno y régimen a cargo del país en estas cinco décadas, todavía hay cubanos que no se percatan que es necesario cambiar de Gobierno, darle la oportunidad a otro Gobierno de conducir el país, pues el actual, se ha perpetuado en el poder a pesar de su indudable incapacidad de guiar a nuestra Patria por el camino del éxito económico.

No es cuestión de ideología ni de estar a favor o en contra de algo, ni de puntos de vista u opiniones. Es simplemente un hecho incuestionable que no han logrado convertir a Cuba en una nación desarrollada, sino por el contrario en un país cada vez más pobre. Muchas promesas y proyectos con pésimos resultados e incumplimientos al por mayor. Montañas de justificaciones. Detallados al máximo los impedimentos provenientes del exterior y ocultados también al máximo los errores e incapacidad gubernamental.

Es hora de decirle por fin ¡Basta! a las promesas sin resultados, a los supersabios que no dan pie con bola en materia económica.

¿Estás entre quienes todavía no se convencen de que para lograr el desarrollo económico de Cuba se necesita otro Gobierno?

Segundo ejemplo: Una decreciente y decadente parte del exilio cubano, aunque no quiere el más mínimo cambio en la política de USA hacia Cuba, pregona a los cuatro vientos su deseo de que haya un nuevo Gobierno en Cuba y de lograr desarrollar el país, etc. Sólo quieren cambios allá, pero no acá. Nada más parecido al lenguaje castrista, pero a la inversa.

Hay hasta quienes padecen de una extraña ceguera selectiva a conveniencia y dicen no ver cambio alguno en Cuba desde que está Raúl Castro al mando. Quizás no sepan o no quieran expresase con mayor precisión, pues lo que no ven, claro está, son los únicos cambios que realmente ellos desean, que son cambios ante todo políticos, que lleven a la restauración de un pasado, al cual la inmensa mayoría del pueblo cubano no desea regresar, pues sencillamente no se trata de retroceder sino de avanzar.

Es hora de desenmascarar sobre todo a esos falsos líderes, que en este medio siglo se han aferrado a medidas como el embargo y otras tantas, con el pretexto de acabar con el castrismo, pero logrando en realidad perpetuarlo, resultando a la larga sus mejores aliados en el exterior.

Basta de apoyarlos. Aunque sigan pregonando que desean cambios en Cuba, realmente lo que desean es que todo siga igual. Se acostumbraron a vivir del cuento, a beneficiarse de la existencia de una Cuba pobre y con un montón de males crecientes. No les conviene una Cuba mejor. Son como el castrismo, muy buenos para lograr lo contrario a lo que dicen proponerse.

¿Estás entre quienes piden que los demás cambien, pero no deseas también cambiar tú?

¿Eres de los que apoyan a las copias castristas del exilio disfrazadas de líderes anticastristas?

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