A "Barbatruco", como muchos le dicen popularmente a Fidel Castro, le funcionó su "invento" de la impopularísima Carta de Invitación.
Si la mayoría del pueblo no conocía a nadie en el exterior, ¿quién les iba a invitar?
De esta forma, se alegaba que no prohibían los viajes, sino que si algún ciudadano no viajaba, era simplemente porque no poseía la "dichosa" (por no decir "cabrona") carta.
Pero con el Período Especial, no le quedó de otra al Gobierno que abrirle las puertas al turismo extranjero y los cubanos procuraron irse cada vez relacionando más. Y no sólo los proxenetas, jineteras o pingueros (o sea, quienes se dedican a la prostitución), sino otros segmentos de la población, mediante el turismo de eventos, cultural o la renta de habitaciones en las casas particulares y las comidas en las paladares (restaurantes por cuenta propia no gubernamentales).
El régimen reaccionó aumentando la cantidad a pagar por la famosa (y odiosa) carta y burocratizándola aún más.
Durante décadas ha circulado el "rumor deseo" de que la van a quitar, pero ahí ha seguido.
¿La eliminarán por fin?
El local mayor de Ojeda Corp.
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Desde agosto de 2015, Ojeda Corp. pasó a rentar un nuevo local, el cual es
el más amplio de todos los que hemos usado.
Aunque la mayoría de nuestra cliente...
Hace 8 años
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